Historia
Hacia el año 1981 en el tiempo de Romeo Lucas García, el país sufrió una fuerte crisis económica, que le obligó a devaluar la moneda que por casi 50 años se había mantenido equivalente al dólar americano.
La crisis fue intensificándose de un momento a otro, cambiando a cifras impredecibles y afectando los compromisos internacionales, con escases de divisa y con un costo altísimo de pago y reposición de los bienes ya adquiridos o por adquirirse.
La maquinaria, principalmente agrícola, a cuya vocación pertenece nuestro país, se vio seriamente afectada ya que se había importado maquinaria y con esto contraído compromisos de pago a mediano y largo plazo, con los fabricantes de los equipos. Se habían vendido estos equipos a agricultores nacionales, al tipo de cambio de un dólar por un quetzal y ahora habría que pagarle al fabricante el equivalente a cuatro quetzales por un dólar, cuadriplicando la deuda del distribuidor, llevándole a la quiebra y con el agravante de que no habían dólares en el mercado y la asignación de los mismos era muy complicada.
Los repuestos también sufrieron un alza asombrosa, pero principalmente se enfrentó la escases ya que al no haber divisa, las importaciones de estos bienes, eran difíciles de resolver.
Los trámites burocráticos de obtención de permisos de importación y dólares eran un gran inconveniente para el desarrollo del agro, la industria y la construcción de ese entonces.
Esta crisis otorgó la oportunidad para que empresas distribuidoras de maquinaria se agruparan en una gremial originalmente adscrita a la Cámara de Comercio de Guatemala y se formara un frente de búsqueda de soluciones para resolver el conflicto indicado. A esta asociación gremial se le llamó originalmente GIDMECA que significa Gremial de Importadores de Maquinaria, Equipos y Afines.
Las empresas que formaron GIDMECA, desde su origen fue MAYATRAC, MAQUIPOS, CIDEAGRO, AGROFORD, MERCEDES BENZ, TOPKE MAQUINARIA, Cia. AGRICOLA COMERCIAL, MAQUEISA, TECUN, COGUMA, SIDASA, ED REPRESENTACIONES (ARMCO), entre otros. Posteriormente se fueron uniendo otras empresas interesadas en los mismos objetivos y se llego a tener un total de 23 agremiados.
Numerosas visitas a las dependencias del Estado y a sus funcionarios, fueron necesarias, intentando informar y sensibilizar por medios escritos televisivos y radiales, para hacer conciencia de la necesidad de apoyar la mecanización principalmente agrícola, se avanzó en los trámites con autoridades de gobierno y banco de Guatemala. Finalmente se fue logrando que las empresas asociadas a AGIMACI tuvieran divisas con agilidad, a un tipo de cambio preferencial, siempre que su destino fuera la importación de repuestos para maquinaria agrícola.
Esto fortaleció a la Gremial ya que su importancia ante la economía del Estado estaba de manifiesto.
Mientras tanto, otras empresas fueron sumándose a dicha gremial con la intención de tener acceso a metas comunes, incluyendo el de la desgravación arancelaria.
Dicha gestión se trabajó mediante el Ministerio de Economía, entre otras autoridades, para los bienes de capital, que incluyen la maquinaria, tractores equipos, etc y consistió en que se gozaran de base cero en los aranceles, por considerarse herramientas para el desarrollo del país, amparados por la Constitución de la República.
Sin embargo el hecho de obtener algunas prerrogativas, contra otros sectores comerciales, que aunque las buscaban, no las tenían, obligaron a que la GIDMECA, buscara su propia personalidad jurídica y así gestionar por ambas vías los satisfactores a sus requerimientos gremiales.
Convirtiéndose entonces en la “Asociación Gremial Guatemalteca de Importadores de Maquinaria Agrícola, de Construcción e Industrial”, AGIMACI, el 14 de agosto de 1989 cuyo primer presidente fue el Ing. Rigoberto Hurtarte de Maqueisa. En acuerdo gubernativo numero 603-89. Posteriormente fueron eligiendose Juntas Directivas cada año y alternativamente cada dos años.
Se alquilo un local en la Plazuela España, sotano en donde se tenia la sede de la Asociacion Gremial.
Durante la presidencia del Sr. Cesar Augusto Estrada Dieguez, se cubrieron varios objetivos, como ferias, exposiciones y avances en la legislacion favorable al empresariado y asociados a AGIMACI. A los anteriores logros, se fueron sumando más, como la creación, promoción y edición del primer Manual de interpretación de la Ley de Compras del Estado, idea que surgió de los importadores de maquinaria, quienes se tropezaban con el hecho de que venderle al Estado era “una caja de Pandora”. Este manual lo editó al final el Instituto Técnico de Capacitación y Productividad, INTECAP, y estuvo avalado por varios ministerios como Finanzas, Economía, Comunicaciones y Obras Publicas entre otros, la Contraloría General de Cuentas de la Nación, varias municipalidades, que durante un año, participaron con personal calificado y con poder de decisión, en la creación del mismo.
Las ferias y exposiciones de maquinaria y ventas de repuestos tipo “garaje”, no se hicieron esperar, las cuales con éxito se fueron presentando.
También durante los comicios electorales de la nación, se lanzaba la campaña “Vote por quien quiera, pero vote” , ideada y patrocinada por los socios de la gremial, con presencia en todos los medios de prensa.
En el área de capacitación, se hizo un convenio con INTECAP para actualizar conocimientos relacionados con mecánica Diesel, neumática, movimiento de materiales, tierra, asfaltos y otros, en los que se involucró, mantenimiento operación y diseño de procesos productivos.
La sede en Guatemala de la IV Conferencia de Productividad de las Américas, fue uno de los temas logrados, gracias al beneplácito de AGIMACI y del patrocinio de INTECAP, con la participación de conferencistas y profesionales expertos en la materia, procedentes de Alemania, Estados Unidos y Sur América. A dicha conferencia asistieron más de 800 guatemaltecos quienes por primera vez se involucraban con el concepto de “productividad y sus mediciones”, en el año de 1989.
Los logros fueron dándose uno a uno y las empresas asociadas llegaron a ser mas de 20, todas activas y muy compenetradas en su función de sacar adelante al país y sus proyectos.
A finales de los años 90, el entusiasmo fue disminuyendo en la participación de los temas ya no urgentes del gremio. Cesar Estrada, que presidía la Gremial fue electo como presidente de la Cámara de Comercio de Guatemala, de la Federación de Cámaras de Comercio del Istmo Centro Americano, FECAMCO, además le correspondió presidir el Comité de Asociaciones Comerciales, Industriales y Financieras, CACIF. Esto influyó para que AGIMACI aunque atendida en sus prioridades, entrara en fase de observancia, ya que las prioridades de la misma ya se desarrollaban, se cubrian y se enfocaban con mucho mayor peso, con el apoyo del sector empresarial.
Como las crisis presentan oportunidades, con la creación del reciente nuevo impuesto IPRIMA, se presento el requerimiento de la reactivación de AGIMACI, con la iniciativa de COGUMA, nombrándose una Junta Directiva y activando con la intención de hacer conciencia ante las autoridades que gravar maquinaria con impuestos, en este caso tractores , hace a nuestro país menos competitivo.
Se agotaron todas las instancias, pero el hecho de que se requieran más impuestos para llevar adelante las gestiones gubernamentales, conlleva a que no prosperaren los recursos presentados, aunque se tiene noticias que durante la suspensión temporal del impuesto, se logró evitar el cobro del mismo. Empresas socias de AGIMACI a finales del año 2000.
Mayatrac, Maquipos, Agritrop Distribuidora Yale, Sidasa, Maqueisa, Cideagro, Tecun, Armcosa, ED Representaciones, Disagro, Tecun, Canella, Topke Maquinaria, Agroford, Coguma, Talleres Josue , Llanresa, R. A. Nicol, Femco, Fuerte Equipo, Prohinsa, Tecno Industrial.